Revisando mis documentos encontré uno de mis primeros trabajos, mi discurso de graduación, cada vez que lo leo, recuerdo lo importante que es cada una de las etapas de nuestra vida, y lo persistente que tiene que ser uno para lograr sus objetivos.
Realmente me asombro de todo lo que aprendido desde entonces. Y pues le sigo dando gracias a Dios por todo lo que he tenido que vivir desde mis días buenos hasta los no tanto.
Realmente me asombro de todo lo que aprendido desde entonces. Y pues le sigo dando gracias a Dios por todo lo que he tenido que vivir desde mis días buenos hasta los no tanto.
Al mirar hacia atrás
Al mirar hacia atrás no se rebobina una cinta, se recuerda un destello de nuestro viaje por esta vida, y por unos segundos vemos como puertas y ventanas le dan entrada a tantos momentos vividos, llenos de alegrías, de tristezas, de amores y de recompensas. ¿Y por qué no?, llenos de cosas que nunca pensamos que llegaríamos hacer; grandes aventuras para unos, pequeñas cosas para otros, errores que nos dejan lecciones, experiencias que nos dejan una linda sonrisa o heridas que aún no cicatrizan, personas que ya no están y otras que a pesar de las mareas y caminos pedregosos siguen cada día más firmes en nuestros corazones. Pero sin lugar a duda, estos recuerdos que a lo mejor son sólo eso: recuerdos, fueron construyendo lo que somos hoy en día. Y sin temor a equivocarme puedo decir que los llevaremos como las más honorables medallas.
Por esta y mil razones más 2do. De Ciencias “A”, ¡Son sin par!
Para concluir, quiero darle gracias al que está allá arriba, al que todo lo puede, por permitirnos llegar hasta donde hoy estamos y por brindarnos a aquellas personas como son padres y profesores, que en el transcurso de nuestra vida han sido nuestros maestros no solo de conocimientos sino de valores, ya que “maestro es aquel que es como una piscina que nos enseña a nadar, una vez que ya sabemos nadar debemos salir y cruzar océanos”.
Hoy ha llegado nuestra hora de partir, de salir allá fuera, habrán muchos caminos, buenos y malos, y sí, en ocasiones seremos engañados, tal vez tomemos el camino más fácil, pero basta que miremos hacia atrás y tomemos todo lo que hemos aprendido como la brújula que orienta nuestra vida, sólo así llegaremos lejos.
Sin más palabras, lo único que me queda por decirles amigos mío es: ¡Éxitos!
Y recordemos siempre que vayamos donde vayamos: ¡Somos la promoción XXXVI del Instituto Latino!
Laura Virginia Acosta Sánchez
No hay comentarios:
Publicar un comentario